Hoy en día muchos dicen que solo importa lo que pienses de ti mismo. Eso puede funcionar para muchas cosas, pero no en el liderazgo.
Solo influirás a otros por lo que ellos piensen de ti.
Es un error pensar que los demás te ven como tú mismo te ves. Puede haber un abismo entre ambas cosas.
Mientras más grande es esa brecha, más riesgo tendrás de realizar acciones que no tengan el impacto que tu quisieras.
Supongamos que un líder se ve a sí mismo como alguien muy formal, prudente y escueto. Pero sus colaboradores esas mismas características la perciben como alguien odioso, altanero y poco amigable. A ese líder se le hará muy difícil conectar con esos colaboradores desde esa confusión.
Para cerrar esta brecha es necesario tener claridad de lo que pensamos de nosotros y luego conocer lo que los demás piensan de nosotros.
Supongamos que un líder se ve a sí mismo como alguien muy formal, prudente y escueto. Pero sus colaboradores esas mismas características la perciben como alguien odioso, altanero y poco amigable. A ese líder se le hará muy difícil conectar con esos colaboradores desde esa confusión.
Para cerrar esta brecha es necesario tener claridad de lo que pensamos de nosotros y luego conocer lo que los demás piensan de nosotros.
Como lograr el Autoconocimiento
Conocer a otros es inteligencia, conocerse a sí mismos es sabiduría. Manejar a otros es fuerza, manejarse a sí mismos es verdadero poder.
(Tao Te Ching)
¿Por qué no es tan fácil conocernos?
- Nos quedamos en lo superficial. Nos definimos por nuestros títulos y cargos, por lo que nos gusta y no nos gusta, lo que tenemos y adolecemos, etc. Pero no profundizamos en lo verdaderamente importante que es lo que los demás perciben de nosotros.
- Hemos estado más ocupados en mirar hacia fuera que hacia dentro. Constantemente estamos nutriéndonos con información y analizando a otros, y tomamos poco tiempo para evaluarnos nosotros mismos.
- En ocasiones duele mirar hacia dentro. Intentar conocernos implicaría encontrar en nosotros aspectos que nos dolería reconocer.
Utiliza estas 4 preguntas para forjarte una mejor idea de ti mismo.
Esto es un ejercicio importante para el que te aconsejo que: tengas un entorno sin interrupciones, saca por lo menos una hora y sé lo más sincero posible contigo mismo.
- ¿Cuáles son mis 10 fortalezas como líder? Tu éxito vendrá de enfocarte más en tus fortalezas que en tus áreas de oportunidad. Fortalecer tus talentos te traerá mayores frutos que tratar de mejorar lo que no haces bien.
- ¿Cuáles son mis principales áreas de oportunidad (para no decirles debilidad) como líder? Aquello en lo que no eres bueno, debes de llevarlo solo al mínimo necesario para que seas funcional. No gastes tu tiempo tratando de mejorar lo inmejorable.
- ¿Cuáles son mis 10 principales valores? Si conoces tus valores, en el día a día sabrás qué puede ser negociable y que no.
- ¿Del 1 al 10, qué tan positiva considero es mi actitud ante las situaciones difíciles que se presentan? La actitud es lo primero que tu entorno percibe y por lo que muchas veces están dispuestos a dejarse influenciar o no.
Como conocer lo que los demás piensan de ti
Elije un grupo de personas a los que estás llamado a influirles. Si no tienes colaboradores directo, pueden ser compañeros de trabajo, amigos, o tu propio jefe. Pásele estas preguntas y dígale que usted está en un proceso de crecimiento y quisiera que le ayuden contestando estas preguntas.
También puede tener reuniones individuales para tener más claridad de las respuestas.
Cuando tenga toda esta información, siéntese y haga una comparación entre todas las respuestas (incluyendo las suyas).
- Reflexione de manera objetiva.
- Tome lo que ha descubierto en cuenta para sus próximas interacciones con esas personas.
- Y lo más importante: Haga reales intenciones de cambio para ajustar su liderazgo a todo este valioso descubrimiento.